Cuando piensas en programar, de seguro te viene a la mente un hacker que a toda velocidad codifica líneas que nadie entiende. Un duro en eso de las computadoras. Pero, la verdad es que escribir programas no es tan imposible como nos lo pintan a veces en las películas y series.
Sí, los programas se escriben y tienen diferentes lenguajes: Java, C++, Python, PHP, JavaScript, SQL… y el que puede ser la vía más fácil para aprender: el Scratch.
Yor Alex Remond Recio es uno de esos tipos duros de la programación. Él es el big boss del Proyecto Scratchers Cuba y nos explica que ese lenguaje es una herramienta que nos sirve para representar ideas, comunicar, diseñar, resolver problemas… y hasta puede salvarnos en una prueba de matemáticas.
¿Recuerdas esa idea para un posible videojuego o aplicación que tienes en mente desde hace tiempo? Pues, con Scratch podrás ponerla en acción.
Al contrario de lo que se podría pensar, muchas niñas, niños y adolescentes cubanos han participado y obtenido muy buenos resultados en eventos internacionales. Sí, leíste bien, internacionales.
Este año se han realizado ya dos eventos importantes: la IKCC y la ISCPO. Calma, ahora te explico las siglas.
La Competición Internacional de Codificación para Niños (IKCC por sus siglas en inglés), nos cuenta Yor, es un evento gratuito que desarrolla un ciclo de competencias durante el año que concluye con la Olimpiada Mundial de Programación con Scratch.
Mientras, la Olimpiada Creativa Internacional de Programación en Scratch (ISCPO por sus siglas en inglés) es un evento de pago que se desarrolla una vez al año. No pongas esa cara de susto que los cubanos no pagan porque el Proyecto Scratchers Cuba recibe apoyo de docentes del grupo LCL LATAM para que los participantes puedan registrarse en el evento.
Los resultados en la IKCC, anunciados recientemente, fueron un tercer lugar en su categoría para Mónica Hernández Hernández y reconocimientos a Xiang Joel Joa Calderín y Marcia Hernández Hernández como Mejor Animación.
En la ISCPO, Álvaro Vladimir Besada Ferrer conquistó el primer puesto en la categoría Scratch Youth, mientras que Xiang concluyó con un octavo lugar de 52 participantes, en la categoría Scratch Tween.
¿Qué se hace en esos eventos?
Según nos comenta Xiang, “uno a veces no sabe hasta dónde puede llegar si no ha medido sus conocimientos” y para él, esta primera experiencia en un evento así le permitió probarse.
“Fueron 48 horas dedicadas todo el tiempo a completar tres actividades”: una prueba de conocimientos to’ duraka, una tarea de matemáticas y lógica de programación, y por último, el diseño de un proyecto creativo.
El proyecto presentado fue “Save our Seas” (Salvemos nuestros mares). “En él se muestran los resultados de la acción irresponsable del hombre: playas sucias, animales muertos, un mar inhabitable para muchos peces y la contaminación de nuestras aguas”, dice Xiang.
“Termina demostrando cómo a partir de la iniciativa de nosotros mismos podemos dar un cambio a esta situación”.
Por su parte Álvaro, el duro que ganó el primer premio en la olimpiada, ya era subcampeón del Concurso Mundial de Programación Scratch del año pasado y del Gran Premio a nivel nacional en el Concurso de Robótica de los Joven Club de Computación. Él participó con un juego llamado “Electric and unmanned cars simulator” (Simulador de carros eléctricos y autotripulados).
“El objetivo del juego es que el conductor del auto aprenda a manejar sin chocar con ningún obstáculo . El jugador puede encender las luces y los intermitentes, activar el claxon, comprar energía eléctrica, cambiar de modelo, pintar el auto y realizar misiones de parqueo”, nos cuenta Alvaro.
No ha de ser tan complicado entonces. Es un lenguaje menos complejo que otros, ideal para nuestra primera vez en programación; sin embargo, no es un camino de rosas. Requiere de mucha práctica y concentración, y a veces puede ser un verdadero dolor de cabezas.
Así nos lo deja saber Mónica, quien al igual que su hermana Marcia, fue reconocida en el evento IKCC por la historia del proyecto presentado.
“Programar en Scratch no es tan sencillo, sobre todo cuando comienzas a utilizar variables, complejizar los escenarios y diseñar tus propios objetos. Detrás de las pantallas hay códigos y en algunos tenemos dudas, pero los logramos arreglar con ayuda de nuestro profesor y de nuestros padres, que también pasaron un curso para aprender y poder trabajar todos en casa”.
¿Te animas?
Tú, que siempre estás buscando justificación para no hacer los deberes, “estaba programando” no es una versión moderna de “el perro se comió mi tarea”. Programar combina bien con los estudios. Si eres estudioso, tampoco no tienes excusa.
“Aunque hemos participado en varios concursos siempre debemos hacerlo luego de las tareas de la escuela. Yo pude hacer mi proyecto planificando algunas tardes y a veces los fines de semanas”, nos cuenta Mónica.
La programación es parte de nuestro presente y lo será de nuestro futuro. En palabras de Yor, el tipo duro del Proyecto Scratchers Cuba: “En el siglo XXI, programar es tan importante como leer y escribir”.
Tomado de Cubadebate
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