Con la siembra de 700 posturas de mate de costa (Canavalia rosea) en las dunas próximas al Hotel Sol Cayo Coco, especialistas del Centro de Ingeniería Ambiental y Biodiversidad (Ciba) de Ciego de Ávila continuaron las labores de revegetación de esos montículos de arena en playas del destino turístico Jardines del Rey.
Las acciones de manejo y restauración de esos ecosistemas responden a objetivos de proyectos científicos que se ejecutan con el propósito de fortalecer las condiciones de esos ecosistemas para la reducción de riesgos de desastres (RRD) y la adaptación al cambio climático (ACC), y conservar la biodiversidad como uno de los principales valores y atractivos de esos entornos para el desarrollo turístico.
Marisleys Castro Carrillo, investigadora agregada del Ciba y participante en el proyecto Rehabilitación de dunas costeras en el Archipiélago Jardines del Rey: alternativa para la RRD y la ACC, se refirió al éxito de acciones similares realizadas con anterioridad en las colinas de arena ubicadas en reconocidos balnearios turísticos de los cayos Coco y Guillermo.
Trascurridos unos meses, los segmentos de dunas intervenidos muestran mayor cobertura vegetal y se aprecia la floración de las especies autóctonas concebidas en el vivero del Ciba, mediante la tecnología de reproducción en tubetes y con el uso de un sustrato que combina arena de playa y humus de lombriz.
De esta manera se reafirma el valor científico de los experimentos realizados en el Ciba para contribuir al mejoramiento del ecosistema costero en un sitio reconocido como el segundo destino de sol y playa más importante de Cuba, y entre los más prominentes de la región del Caribe insular.
Desde el 2022 el Ciba desarrolla esa iniciativa, junto a equipos de investigadores de otros centros científicos del país, como el Instituto de Geofísica y Astronomía, sito en La Habana, y el Centro de Investigaciones de Medio Ambiente de Camagüey (Cimac), para fortalecer la restauración de sistemas dunares mediante la implementación de estrategias de ACC.
Pretenden integrar la gestión de esas áreas a la reducción de riesgos de desastres y la ACC en los planes de desarrollo del turismo, para lo cual capacitan a los actores de ese sector priorizado de la economía y crean las bases metodológicas de futuros estudios.
Al restaurar la cubierta vegetal de las dunas ayudan a retener las arenas vertidas en dos sectores de la cayería norte avileña (playas Las Coloradas y Larga) durante los años 2016 y 2018, expuestas a un proceso erosivo, con un ritmo de retroceso de la línea costera estimado en 3,08 metros anuales, como consecuencia de la fuerza de los vientos, intensidad del oleaje y acciones humanas.
Concebido para el período 2022-2024, durante la primera etapa el proyecto se centró en confeccionar la línea base ambiental, estudio que permitió caracterizar los sitios de intervención (cuatro sectores costeros de 100 metros, correspondientes a las playas Pilar, Las Coloradas, Larga y El Norte) y determinar el estado de los recursos naturales en ese entorno.
Estas faenas también permiten cumplimentar el Plan del Estado Cubano para el Enfrentamiento al Cambio Climático, que se proyecta en favor de la protección de las playas arenosas, expuestas a la erosión, el ascenso del nivel del mar y los embates de eventos hidrometeorológicos extremos.
Asimismo, evidencian el empeño de la Mayor de las Antillas por reducir vulnerabilidades ante desastres naturales que pueden dañar el entorno y la infraestructura creada por los seres humanos para diferentes actividades socioeconómicas.
Tomado de Invasor
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