Conocer el estado de los recursos marinos y brindar información para su gestión son acciones imprescindibles en la ordenación pesquera del país. Con ese propósito, el Ministerio de la Industria Alimentaria, con asistencia técnica de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF) fortalecen capacidades en el Centro de Investigaciones Pesqueras (CIP) y los departamentos técnicos (buroes de captura) de empresas pesqueras ubicadas en el Golfo de Guacanayabo.
La iniciativa forma parte del proyecto Conpescas Guacanayabo, que contribuye a la conservación de la biodiversidad marina mediante el manejo de los recursos pesqueros de la plataforma suroriental en los municipios de Amancio Rodríguez, en la provincia de Las Tunas, Manzanillo en Granma y Santa Cruz del Sur en Camagüey.
Para el estudio de los recursos pesqueros que habitan en esa área se aportan en la actualidad equipamientos de georeferenciación, posicionamiento y observación; medición de parámetros físicos-químicos y oceanográficos, así como herramientas de trabajo y equipos de buceo para garantizar la evaluación periódica del hábitat y las poblaciones sometidas a explotación pesquera.
Otros recursos incluyen tecnologías informáticas y medios de transporte que facilitan la gestión de los procesos vinculados a la Empresa Pesquera Industrial de Santa Cruz del Sur en Camagüey, la Empresa Pesquera Industrial de Granma y la Unidad Empresarial de Base de Guayabal, perteneciente a la Empresa Pesquera de Las Tunas.
Para contribuir a la gestión y recuperación de las poblaciones marinas se requieren evaluaciones biológico-pesqueras que permitan reconocer los límites sostenbiles de explotación, el estado del hábitat, la abundancia de las especies y las fluctuaciones de su crecimiento e identificar aquellas especies que se encuentran en peligro de extinción.
La investigación científica en materia biológica y ambiental asegura la correcta toma de decisiones en el sector productivo y ayuda a crear las condiciones para una industria pesquera rentable y sostenible en beneficio de las comunidades y del país.
Bajo el princpio de la transformación azul, actualmente la FAO impulsa la adopción de medidas que refuercen la eficiencia, la inclusividad, la resiliencia y la sostenibilidad de los sistemas alimentarios acuáticos, para hacer frente a la inseguridad alimentaria y satisfacer las necesidades generales relacionadas con una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor, sin dejar a nadie atrás.
Sobre el proyecto:
El proyecto Conpescas Guacanayabo se enfoca en la gestión sostenible de los recursos pesqueros, fomenta la utilización de artes de pesca selectivas y respetuosas con el medio ambiente e impulsa la aplicación de buenas prácticas en el sector, teniendo en cuenta el enfoque ecosistémico de la pesca y la acuicultura promovido por la FAO.
Con un monto de aproximadamente USD 1,3 millones, el proyecto es una contribución a la Ley de Pesca aprobada en el 2019, a la Ley del Sistema de los Recursos Naturales y el Medio Ambiente, puesta en vigor en mayo del pasado año, y que tiene entre sus propósitos poner freno a la pérdida de la diversidad biológica. Igualmente, está alineado con la Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional.
Con información de FAO