La labor innovadora de los trabajadores del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de Camagüey es vital para ofrecer respuesta a las principales problemáticas identificadas, y contribuye a mantener los sistemas productivos de vacunas y otros preparados de esa institución científica, segunda de su tipo surgida en Cuba.
De ese importante quehacer se desprenden 21 trabajos presentados en saludo a sus 34 años, que cumple el próximo 25 de julio, durante el evento de fórum de la entidad, celebrado este viernes en el Centro de Convenciones Santa Cecilia, de esta ciudad.
Investigadores, ingenieros, productores, y otros pertenecientes a las áreas de transporte y servicios aportan con sus inventivas, y aplican el conocimiento en función de resolver contratiempos de la cotidianidad.
Las ponencias, que se presentaron en tres comisiones, estuvieron referidas a Biotecnología Agropecuaria y Salud, Informática y Servicios, y Sistema Productivo e Ingeniería, departamentos que concentran el desarrollo de las actividades primordiales de la instalación.
Ana Cristina Campal Espinosa, Investigadora Titular del CIGB, recibió el reconocimiento por la relevancia de su estudio de los efectos del péptido pyrGnRHm1-TT en la inmunogenicidad, órganos diana e inocuidad, como parte de terapias destinadas al tratamiento del cáncer de próstata.
En entrevista con la Agencia Cubana de Noticias, explicó que en estos momentos laboran para realizar ensayos clínicos con un candidato vacunal terapéutico, poder definir su utilidad en los nichos de tratamiento convencionales ante la enfermedad y ofrecer una alternativa a las personas que la padecen.
La introducción de un nuevo sistema de purificación de agua en el CIGB de Camagüey, a cargo del joven José Pablo Sánchez Morales, ingeniero automático, y un grupo de especialistas del área de Ingeniería, sobresale como aporte imprescindible en el periodo.
Ante la situación de deterioro de las columnas donde se produce el mencionado recurso, debido a los años de explotación y cuyo deterioro trae consigo averías, el grupo se dedicó a recuperar un equipo de ósmosis inversa proveniente del CIGB de La Habana.
Ello implicó el acondicionamiento de un local para situar el sistema, con clima, piso especializado, luminarias y servicio eléctrico, precisó.
A través del apoyo de varios laboratorios farmacéuticos del país lograron poner en marcha el citado sistema con poco financiamiento, y el único gasto que se realizó fue en la adquisición de un electrodesionizador, pero la cantidad de dinero resultó menor en comparación con lo que pudiera costar un sistema completo de purificación de agua, aseguró Sánchez Morales.
Hoy obtienen 120 litros de agua por hora en un sistema de Ósmosis inversa+ultrapuro, aunque apuestan por el de Ósmosis inversa+ electrodesionizador, de cara a conseguir mil 200 litros por hora, dijo.
La dirección del CIGB agramontino valoró durante la cita la capacidad de los innovadores en las mejoras de los procesos para incrementar el rendimiento y otras en busca de sustituir algunos componentes y materiales.
Este quehacer innovador también está enfocado en la vitalidad de los equipamientos principales que intervienen en los sistemas productivos, que hoy tienen valor de uso y funcionan con todas sus prestaciones gracias al desempeño de los colectivos.
Entre los resultados se incluye, además, la recuperación de medios de transporte, y recientemente rescataron uno de esos vehículos que representa ahorro, pues evita la ejecución de inversiones más costosas.
Tomado de ACN
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