A raíz de una excelente publicación del profesor Luis Enrique Ramos Guadalupe, quien en su perfil de Facebook recordaba que hace 110 años se vivió la temporada ciclónica más corta en los registros, surgió el tema del que vamos a conversar hoy.
En esa ocasión, en el año 1914, solo se tuvo constancia de una tormenta tropical formada en Las Bahamas y que afectó directamente el norte del estado norteamericano de Florida y que solo estuvo activa unas 96 horas, cifrando así también la duración de la temporada en esas pocas horas.
Mapa de ciclones tropicales de 1914. Fuente: NHC/NOAA
Es una realidad que ocurrió en un momento en que no contábamos con la información satelital, que hoy nos permite conocer de la existencia y dar seguimiento un débil organismo ciclónico como Gordon, que al momento de esta publicación es una depresión tropical y que en esos años podría haber pasado inadvertido. Sin embargo la historia, aun con esas limitaciones tiene que ser hecha y verificada, por eso aprovecho las palabras publicadas por el profesor Ramos Guadalupe al respecto:
“Incluso aceptando que algún sistema tropical se haya escapado al escrutinio, lo cierto es que la ciencia solo tiene evidencia de una efímera tormenta tropical en esa temporada…”
Sin embargo como verá más adelante, aunque a las herramientas de la época se les puedan haber escapado algunos ciclones, esto no implica que la duración de las temporadas necesariamente haya sido subestimada en esos años.
Por ejemplo, una temporada como la actual prácticamente no se habría escapado ningún ciclón, porque es curioso que a pesar de lo ser menos activa de lo que se esperaba, todos los sistemas (con excepción de Gordon) han afectado de manera directa algún territorio.
Pero volviendo al hilo inicial, la duración de las temporadas ciclónicas, una característica que nada tiene que ver ni con la cantidad de sistemas formados, es decir el nivel de actividad ni con las afectaciones mayores o menores. Fácilmente podemos tener una temporada muy activa en que los sistemas se desarrollen en un periodo corto o temporadas de poca actividad en que tengamos o una formación muy temprana o alguna por el contrario, tardía.
Para evitar el sesgo de los sistemas que pueden haberse escapado en años anteriores a la era satelital, aunque como explicó el Profesor Guadalupe, son datos con toda la validez histórica, vamos a centrar el análisis en las temporadas de 1966 hasta la 2023.
Desde 1966 hasta la fecha, estas han tenido como promedio una duración de 167 días y es curioso que de esas 58 temporadas, poco menos de la tercera parte haya durado más de 183 días, cifra que estipula el calendario, si contamos del primero de junio al 30 de noviembre.
Duración de las temporadas ciclónicas
En nueve de ellas la temporada ha tenido una duración de más de 200 días y solamente en 2016 la temporada ha durado más de 300 días: con 316. ¿El motivo? La formación de Alex, en fecha tan temprana e inusual (sobre todo tratándose de un huracán) como el 12 de enero y que culminó con la disipación de Otto bien adentrados en el mes de noviembre, el día 24. En este “club de los 200 días” se incluyen de las nueve temporadas, seis son del presente siglo, además del ya mencionado 2016.
Las únicas temporadas que han durado menos de 100 días fueron las de 2002 y 1983 con 94 y 69 respectivamente. Esta última comenzando el 23 de julio y terminando el 30 de septiembre. Si la temporada de 2024 cerrara el día de hoy, es decir que no se formara más ningún ciclón tropical y la depresión tropical Gordon se hubiera disipado, también quedaría por debajo de los 100 días, en un penúltimo lugar con 90 días. Pero le aseguro que es algo muy poco probable que ocurra.
¿Y si revisamos todos los años?
Si buscamos en los archivos de la base de datos HURDAT, desde 1851 hasta la actualidad, vamos a ver que la cifra de 100 días o menos se incrementa hasta una 44 temporadas “apoyando” la idea de la importancia de la información satelital en la cuantificación de sistemas. Y que le parece si le digo que también aumentan los miembros del “club de los 200 días” hasta unas 15 temporadas y que 3 de las temporadas anteriores a la era satelital tuvieron una duración de más de 300 días. De hecho, la temporada ciclónica más larga fue la de 1951, que comenzó el 4 de enero y terminó el 10 de diciembre, para un total de 340 días, una cifra un poco difícil de superar.
Si “cruzamos” los datos de duración de la temporada con cantidad de ciclones vamos a ver que aunque puede haber una relación esta no es directa y por tanto no siempre se cumple. Como ejemplo podemos tomar las dos más activas hasta la fecha con 31 ciclones: 2005 y 2020, con una diferencia de casi 30 días de duración entre ellas, con 211 y 185 respectivamente. Y por otro lado la de mayor duración solo tuvo 12 ciclones y todas las temporadas que tuvieron una cantidad similar de organismos promediaron una duración de 148 días, mucho menos que la que ocupa el primer lugar.
Tomado de Cubadebate