A propósito de que el final de 2023 fue el fin de año más frío del que se tenga registros en los últimos 20 años en Cuba, hablemos de temporadas invernales y récords.
El invierno de Cuba, con sus características propias, es el momento que muchos aprovechan para lucir ropas más abrigadas y gruesas. También despierta curiosidad en algunos, en especial cuando ocurren madrugadas notablemente frías, de esas que nos hacen salir el “humito” por la boca al hablar o respirar, momento en que se acercan a mí o a mis colegas con gran interés, preguntando si se ha roto algún récord de temperatura o incluso si ha llegado a nevar en algún punto.
En materia de récords de temperaturas mínimas tenemos que mencionar, primeramente, el absoluto nacional que data del año 1996. El 18 de febrero de ese año, en la localidad de Bainoa, provincia Mayabeque, se registró una temperatura mínima de tan solo 0.6 grados Celsius, la más baja jamás asentada desde que se tiene registros en nuestro país. Esa madrugada resultó notablemente fría en Occidente y Centro, tanto que hoy en día se mantienen vigentes aún otros 16 récords de mínimas ocurridos esa jornada.
En tanto, el récord absoluto de temperatura mínima en Ciego de Ávila tiene una vigencia de 55 años. En la madrugada del día 2 de marzo del año 1968, los avileños y avileñas de ese entonces, en la ciudad cabecera, sintieron cómo se le entumecían los dedos de los pies. En la otrora estación meteorológica ubicada en el pequeño aeropuerto en las afueras de la ciudad el termómetro de alcohol descendió hasta los 1.8 grados Celsius. El 26 de febrero de ese mismo año se había registrado una temperatura mínima de 3.1 en la propia estación, siendo el récord establecido hasta el día hoy para el mes de febrero.
Aunque lo más llamativo durante la temporada invernal son las bajas temperaturas, en este período, y contrario a lo que se pueda pensar, también se pueden registrar temperaturas muy cálidas en las tardes. En este caso destaca la medición de 37.5 grados Celsius registrada el 26 de marzo de 1970 en Jucarito, Granma, récord para el mes de marzo. Así que los abanicos no se deben guardar, ya que en cualquier momento pueden ser necesarios.
A los amantes de la nieve les cuento que es poco probable que podamos disfrutar de una nevada algún día en Cuba. No digo imposible porque la naturaleza a veces nos sorprende. En su avance sobre el golfo de México y el estrecho de La Florida, las masas de aire frías que producen nevadas en Norteamérica se modifican al interactuar con el calor contenido en estas aguas.
Para que nieve debe existir una temperatura de cero grados desde la nube hasta la superficie, de no ser así, los pequeños copos de nieve se convierten en gotas de agua en su camino a la tierra, llegando en forma de lluvia. La escarcha que se forma los días más fríos no se puede confundir con una nevada. Ocurre, generalmente, sobre determinadas superficies u objetos expuestos a la intemperie y que se han enfriado a cero grados, esto provoca la condensación del vapor de agua contenido en el aire. Esto se ha observado en superficies de metal, pastos y cultivos.
Aunque los pronósticos para esta temporada invernal enmarcada dentro del período poco lluvioso señalan que tendremos temperaturas mínimas ligeramente por encima de la media histórica teniendo en cuenta la influencia del Niño Oscilación Sur (ENOS), no se descarta que podamos tener días muy fríos y romperse algún récord de manera puntual.
El MSc. y meteorólogo Elier Pila Fariñas compartió el primer día de 2024 las temperaturas mínimas en el tránsito del año viejo al nuevo. Los registros fueron notablemente bajos: Tapaste (5.9 °C), Indio Hatuey (7.0 °C), B
Tomado de Invasor