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Discurso de Elba Rosa Pérez Montoya, Ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambienten de la República de Cuba, en el Segmento de Alto Nivel Ministerial de la COP 26.

Sr. Alok Sharma, Presidente de la COP 26,
Distinguidas Ministras y Ministros,

La más reciente evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC), corrobora la gravedad de la crisis climática actual. Por eso, en esta COP 26, en la ciudad de Glasgow, no perdamos la oportunidad de dar la respuesta que tanto espera la humanidad.


Coincidimos con los que aprecian que en el fondo de esta problemática se encuentra el sistema económico capitalista, responsable del modelo de desarrollo depredador y consumista, que amenaza hoy con colapsar la civilización humana.


Llegamos a esta cita, conscientes de la necesidad urgente de acelerar los esfuerzos para implementar el Acuerdo de Paris, en todos los ámbitos, incluyendo la mitigación, la adaptación y los medios de implementación.

La ciencia cubana comenzó a identificar desde hace varios años los impactos actuales y futuros del cambio climático en el país; los cuales permiten afirmar que a finales del siglo XXI, la temperatura del aire pudiera incrementarse hasta 4.5 grados Celsius y la precipitación reducirse entre 20 y 60%, confirmando así la transición a un clima más extremo y árido.


También se proyecta un mayor incremento del nivel medio del mar en valores de 29 y 95 cm, para los años 2050 y 2100, respectivamente; con los consecuentes impactos en la pérdida de superficie emergida y viviendas, así como afectaciones a los habitantes en esas áreas.


Concluimos la primera etapa de nuestro Plan de Estado para el Enfrentamiento al Cambio Climático adoptado en 2017, y conocido como “Tarea Vida”, con resultados como:

  • El traslado un grupo de asentamientos humanos ubicados en áreas que quedarán sumergidas en el 2050, hacia otros lugares no afectados por este peligro.
  • La siembra de mil 642 hectáreas de mangle y la restauración de otras 41 mil 96 hectáreas degradadas, contribuyendo así a la prevención de los impactos ocasionados por inundaciones, sequías y procesos de erosión costera.
  • La conservación y rehabilitación de playas.
  • La ejecución de obras de protección costera y de los acuíferos.
  • Hemos incluido la dimensión social, con acciones de educación, participación y género.


Asimismo, comenzó a implementarse una proyección para el uso y desarrollo perspectivo de los vehículos eléctricos en el transporte automotor hasta el 2030, fecha para la cual se prevén introducir más de 55 mil medios automotores de ese tipo.


Otras proyecciones de la Tarea Vida para el período 2021-2030 son:


En materia de Adaptación, priorizar soluciones basadas en la naturaleza, el manejo forestal sostenible, la protección de las playas, corales y manglares, la protección de la salud bajo la estrategia de “Una Salud” y la resiliencia en el sector turístico.

Alcanzar la seguridad alimentaria y su resiliencia, de manera que en el 2023 todas las producciones agropecuarias claves y las principales cadenas alimentarias, cuenten con planes de adaptación, evaluados científicamente.

Respecto a la mitigación, se deben incrementar las energías renovables en un 24% de la generación de electricidad, evitando la emisión de 30,6 millones de toneladas de C02 eq. a la atmósfera y remover 115.7 millones de tCO2eq. atmosférico en el período 2019/2030.


Para encauzar más sólidamente los esfuerzos en la mitigación, nos preparamos para alcanzar una Estrategia de Desarrollo Bajo en Carbono, que permita hacia el final de este ciclo comenzar a examinar una visión nacional sobre la neutralidad de carbono, de manera consistente con las prioridades y programas de desarrollo económico y social del país.


Todo ello nos permitirá el cumplimiento exitoso de los compromisos planteados en nuestra Contribución Nacionalmente Determinada, y la elevación paulatina de su ambición, de manera que se vaya produciendo sistemáticamente su alineación con un escenario de incremento de las emisiones no mayor de 1.5 grados Celsius.
Cuba continuará también expandiendo sus capacidades en la cooperación Sur-Sur, con particular atención a las necesidades de los países insulares en desarrollo, y otras naciones altamente vulnerables.


Todo lo anterior se realiza a pesar del recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los EE.UU. contra nuestro país desde hace 60 años, que constituye el principal obstáculo para acceder a financiamientos externos y tecnologías avanzadas en materia climática, así como lograr el desarrollo sostenible.


En ese sentido, rechazamos cualquier medida que implique la exclusión o limitación para algunos países de recibir fondos internacionales para implementar sus obligaciones con la Convención y el Acuerdo de París.


Sr. Presidente,


En esta COP se han presentado varias iniciativas, pero su impacto real dependerá del cumplimiento de los compromisos en materia de recursos financieros, tecnología y creación de capacidades, por los países desarrollados.


Insistimos en la necesidad de lograr un consenso sobre la Meta Global de Adaptación, necesaria para un auténtico equilibrio de la adaptación y mitigación bajo el Acuerdo de Paris. Para nosotros no es una opción, es nuestra máxima prioridad. Sin una cuidadosa atención a la adaptación, no podemos hablar de una verdadera ambición en nuestras negociaciones.


Lamentamos que en materia de pérdidas y daños, pese a los modestos avances realizados, no logra atribuírsele aun el tratamiento singular y relevante necesario. Las pérdidas y los daños están al mismo nivel que la adaptación y necesitan atención urgente.


Los trabajos hacia una nueva meta global de financiación, necesitan ser acelerados y profundizados. Urge innovar y repensar la arquitectura financiera global para hacerla más justa, transparente y equitativa, basada en el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas y respectivas capacidades.


Sr. Presidente,


Hemos completado una fase histórica de nuestro trabajo, pero es esencial comprender que la tarea más compleja queda por delante, y es la relativa a la implementación. La efectividad de los compromisos expresados en las Contribuciones Nacionalmente Determinadas, y otras metas domésticas, depende en última instancia de la capacidad real de implementarlos de manera efectiva.


No podemos dejarnos llevar por el entusiasmo de la ambición declarada, si carecemos de los medios para que esas declaraciones se materialicen.


Como expresó el Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en el reciente Debate de Alto Nivel de las Naciones Unidas “Acción por el Clima: Por la gente, el planeta y la prosperidad”, y cito:


“…Los recursos existen. Bastaría con destinar una parte de los multimillonarios montos que hoy se dedican a la carrera armamentista para apoyar las acciones en favor del clima. No habrá solución a expensas del derecho al desarrollo de los más necesitados, ni de las naciones del mundo que luchan día a día contra el hambre, la pobreza y el subdesarrollo…”, fin de la cita.


Nuestro futuro se decide hoy, y dependerá de un nuevo sistema de gestión e innovación climática, que involucre a todos los actores sociales y económicos, tato internos como externos; y que permita incrementar conscientemente la ambición en adaptación y mitigación para alcanzar de manera urgente las metas globales.


Actuemos con mayor responsabilidad, acerquemos los resultados de las negociaciones a la voluntad política expresada en el Segmento de Líderes, al inicio de esta reunión.


Adoptemos las decisiones que se necesitan, sabiendo que “El mañana comienza hoy”.


Muchas gracias.

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