La labor exitosa durante el año 2023, en los 22 centros científicos adscritos a la Agencia de Medio Ambiente de Cuba (AMA), fue reconocida en la provincia de Ciego de Ávila por la Doctora en Ciencias Maritza García García, presidenta de la referida organización del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
A pesar de la compleja situación económica en el país, agudizada por el bloqueo estadounidense contra Cuba, esas entidades continúan la realización de investigaciones y prestan servicios científico-técnicos vinculados a la preservación de la naturaleza y el desarrollo sostenible, expresó.
Reconoció esas instituciones como fortalezas para el progreso territorial y la aplicación del sistema de gobernanza con ciencia, así como el respaldo al cumplimiento del Plan del Estado Cubano para el Enfrentamiento al Cambio Climático (Tarea Vida) y otros programas priorizados, como la producción de alimentos.
Ponderó la participación en proyectos de colaboración internacional que favorecen la mitigación y adaptación al cambio climático en asentamientos costeros vulnerables ante el ascenso del nivel medio del mar y las probabilidades de ocurrencia de fenómenos hidrometeorológicos extremos.
La especialista enfatizó en la necesidad de lograr mayor integración a instituciones de la Enseñanza Técnico-Profesional y universidades para consolidar los servicios científico-técnicos, con el apoyo de profesionales y estudiantes de especialidades afines a las labores que efectúan los centros de la AMA.
Reiteró la prioridad que concede el Gobierno cubano a la protección del medio ambiente y el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible, definidos por la Organización de Naciones Unidas en la denominada Agenda 2030, voluntad que se constata en la reciente expedición Bojeo a Cuba, que generó nuevos reportes para desarrollar las ciencias marinas en el país.
En el balance de los objetivos de trabajo del Centro de Ingeniería Ambiental y Biodiversidad (CIBA) de Ciego de Ávila, subrayó la trayectoria de más de tres décadas de esa institución, de referencia nacional por sus contribuciones al desarrollo económico en sectores priorizados como la agricultura y el turismo, y el fomento de las fuentes renovables de energía.
Apreció el carisma y la cohesión en el colectivo del CIBA, así como la capacidad para transformarse —sin perder sus esencias— tras adoptar una nueva denominación a finales del año 2022, cuando dejó de ser el Centro de Investigaciones de Bioalimentos para asumir el actual nombre, que implica diversificar su objeto social, reto que afrontan sin dificultades.
Maritza García destacó la participación del CIBA en proyectos internacionales como Resiliencia Costera, Euroclima Plus, Mi Costa y Turismo Sostenible, dirigidos al enfrentamiento al cambio climático y la reducción de vulnerabilidades ante desastres naturales.
Ese centro de investigaciones lidera proyectos vinculados a la rehabilitación de dunas costeras en el destino turístico Jardines del Rey y el manejo integrado del Gran Humedal del Norte de Ciego de Ávila, además de incursionar en estudios de peligros, vulnerabilidades y riesgos.
A ello se suman numerosos servicios, como la extracción de especies exóticas invasoras, el raleo de canales en ecosistemas frágiles, y la realización de diagnósticos y documentos para licencias ambientales; además de brindar asistencia técnica para el tratamiento, aprovechamiento de residuales y la producción de energías renovables.
En el territorio avileño y con la presencia de representantes de la AMA, también examinaron su labor correspondiente al año 2023 los centros de Investigaciones de Ecosistemas Costeros y Meteorológico Provincial.
Tomado de Invasor
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