La conmemoración del Día Mundial de la Energía tiene como fecha el 14 de febrero, su objetivo radica en promover el acceso universal y el uso de fuentes alternativas para disminuir la utilización de los recursos no renovables.
El desarrollo alcanzado por muchos países conlleva a emplear disímiles equipos durante las 24 horas del día, que requieren del petróleo, carbón y gas para su funcionamiento.
Y por supuesto, la generación de electricidad parte en gran medida de la sobrexplotación de estos combustibles fósiles. De acuerdo con estudios realizados, cerca del 80 por ciento de la energía se produce a partir de ellos. Solo un 2 por ciento proviene de fuentes renovables.
Tal situación ha generado impactos negativos en el Medio Ambiente, aunque existen otras causas, esta incide directamente en el cambio climático a través de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Informes anuales del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) reflejan que más de un tercio de la población mundial no tiene acceso a las formas avanzadas de energía. Los 30 países con mayor desarrollo del planeta, donde habita un 15 por ciento de la población total, consumen una cifra superior al 60 por ciento de estas formas modernas de energía.
El PNUMA estima que 1.100 millones de personas a nivel global aún carecen del acceso a la energía básica. El África subsahariana es la región más afectada.
Países europeos como Dinamarca o Suecia o asiáticos como China e India constituyen referentes en el uso de la energía renovable mediante sistemas hidroeléctricos, eólicos y fotovoltáicos.
Según indica el Fondo Mundial para la Naturaleza, en América Latina se produce el 65 por ciento de energía verde, como también llaman a las fuentes renovables. Destacan en tal sentido Costa Rica y Chile.
Por su parte, Cuba ha potenciado el desarrollo de las hidroeléctricas, los parques eólicos y la utilización de paneles solares, y ha trazado políticas para el ahorro energético.
Las Naciones Unidas, dentro de sus Objetivos para el Desarrollo Sostenible en materia de derechos humanos, educación, respeto al medio ambiente y lucha contra la corrupción, aspira en su Agenda 2030 garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos.
Para ello plantea una serie de metas dirigidas a aumentar la proporción de energía renovable en el conjunto de fuentes energéticas, duplicar la tasa mundial de mejora de la eficiencia energética, multiplicar la cooperación internacional para facilitar el acceso a la investigación y la tecnología relativas a la energía limpia y promover la inversión en infraestructuras energéticas y tecnologías limpias.
También ampliar la infraestructura y mejorar la tecnología para prestar servicios energéticos modernos y sostenibles en los países en desarrollo.
El fin de esta inversión es lograr un impacto medioambiental positivo, capaz de contribuir de manera significativa al Objetivo 7 de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas para 2030: Energía limpia y accesible.
Fuentes:
–https://www.google.com/amp/s/www.fundacionaquae.org/14-febrero-dia-mundial-la-energia/amp/
-https://www.conicet.gov.ar/dia-mundial-de-la-energia/
-https://www2.deloitte.com/es/es/pages/governance-risk-and-compliance/articles/dia-mundial-energia.html
-https://www.google.com/amp/s/cincodias.elpais.com/cincodias/2020/02/14/caracter_independiente/1581681364_441240.amp.html