Un proceso lento pero con muchos seguidores (III final)

CIENCIA JOVEN

Lograr mayor autonomía en los municipios y mejorar la calidad de vida de sus pobladores han sido objetivos fundamentales del Centro de Desarrollo Local y Comunitario durante sus 14 años de creado, sobre el tema nos habla su vicedirector científico, Yarbredy Vázquez López

El primer proyecto que ejecutará el Centro de Desarrollo Local y Comunitario (Cedel) en la capital de Cuba será el de Transformación Integral del Municipio de La Habana del Este: un camino para el desarrollo inclusivo y sostenible del territorio.
Una iniciativa que cuenta con el respaldo de la Agencia Italiana Cooperación para el Desarrollo de los Países Emergentes y otras instituciones participantes como las facultades de Derecho y Comunicación de la Universidad de La Habana, la Empresa Agropecuaria de la capital y el Centro de Investigación y Referencia sobre Iniciativas Comunitarias.
De tal modo, se fortalecerán las capacidades técnicas de gestión municipal en tres ejes temáticos: planificación territorial integrada, atención al medio ambiente y gestión sostenible del patrimonio natural y cultural.
Yarbredy Vázquez aclara: “Este proyecto tiene un enfoque ambiental, y además de los italianos intervienen en el financiamiento una ONG y un programa oficial. El interés mayor está en recuperar zonas del río Cojímar y todo el paseo existente entre el túnel de la bahía habanera y el reparto Camilo Cienfuegos. Trabajar la reforestación es uno de los requisitos a cumplir porque hay muchos espacios degradados.
“Representa un reto, La Habana del Este se formó con retazos de otros municipios y posee numerosas áreas rurales. Constituye una mezcla. El consejo popular de Cojímar no tiene nada que ver con el de Micro 10. Debemos trabajar en la identidad.
“Muchos piensan que solo ocupa la franja de costa después de la salida del túnel hasta la playa de Guanabo. Hay una parte para dentro, que abarca Campo Florido, con elevaciones, mucha ganadería, agricultura, pueblitos aislados y una cantidad de tierra sin usar increíble, y eso debemos ponerlo a producir.
“Pero estamos muy alegre. Recuerda que aquí están los tres niveles de gobierno: municipio, povincia y nación. Resulta una dinámica distinta. Ahora vamos a entender un poco cómo es un municipio de ciudad, porque nunca habíamos trabajado con territorios similares”.

Revalorizar el modo de vida rural
De acuerdo con el subdirector del Cedel, en un primer momento, la estrategia de desarrollo local puesta en práctica se centraba en movilizar los recursos endógenos. El salto lo dieron cuando incorporaron las entidades que no pertenecen al gobierno de una comunidad determinada, pero coexisten en ese espacio como granjas, empresas, fábricas…, y alcanzaron una conciliación entre ellas. Ese proceso de elaboración estuvo acompañado por instituciones y proyectos internacionales.
A partir de entonces comenzaron a redactar una metodología, bajo el principio de investigación, acción y participación, lo cual convierte al investigador en un ente activo. También incluyeron la Educación Popular, como método que se centra en el aprendizaje entre todos, y la planificación estratégica: hacer un plan, definir objetivos, bases, visión para alcanzarlo, fortalezas…
“Lo otro es conocer las legislaciones de los municipios. No podemos ir a improvisar porque apenas llegamos a treinta especialistas y no damos abasto, por lo tanto trabajamos en alianza con el Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas, el Instituto Internacional de Investigaciones Económicas, universidades y con quienes muestren disposición para colaborar”, reconoce Yarbredy.
El tema del desarrollo es multidimensionar, así lo manifiesta el vicedirector científico, por eso tienen en el equipo geógrafos, economistas, arquitectos, pedagogos, una bióloga, especialista de casi todas las ramas del saber.
Precisa nuestro entrevistado, que ahora también estudian sobre cómo revalorizar el modo de vida rural, ante la problemática de que los hijos de los campesinos emigran para la ciudad. ¿Qué podemos hacer al respecto?, se pregunta el investigador.

“En las comunidades rurales existen muchos recursos y no los aprovechamos. Hay que construir mini industrias para darle valor agregado o no dejar que se desperdicien, por ejemplo, las frutas”, este aspecto Yarbredy lo conoce de cerca porque proviene de una familia campesina, es nacido y criado en Bejucal, municipio de la provincia de Mayabeque.
Sin embargo, él ha conocido personas que las han sacado del campo para un edificio y han sufrido por la nostalgia. “La necesidad de desarollo local en el medio rural resulta diferente, necesitan otras cosas, carreteras, infraestructuras, viven bien en casa más modestas.
“El modo de vida rural y su vínculo con la producción de alimentos, lo queremos ver de una manera integral, con expertos del Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas, de filosofía, antropología… la ruralidad en toda su complejidad para elaborar políticas públicas. Tenemos experiencias de trabajo en las zonas montañosas de Buey Arriba, Bartolomé Masó, San Antonio del Sur, Manicaragua e Imía”, concluye.
Pequeñas industrias, grandes ganancias
El desarrollo de mini industrias ha sido otro proyecto estrella del Cedel con el apoyo de la Agencia Suiza para la Cooperación y el Desarrollo. El reportaje Industrias locales se fortalecen en Cuba bajo el impacto de la Covid-19, publicado por María de los Ángeles Romero, en julio de 2020, demuestra los éxitos en ese sentido, en localidades montañosas a partir de un recorrido realizado por expertos del Centro.
En Buey Arriba, en la provincia de Granma, la transformación de una antigua dulcería de construcción rústica y el aporte tecnológico para procesar alimentos mejoró las condiciones de trabajo.
Según el artículo periodístico, la obtención de despulpadora, envasadora, vaporizadores, selladoras, insumos y otros equipos eficientes y modernos en ese territorio beneficiaron a campesinos y posibilitaron ampliar las variedades de productos, como pulpas de guayaba, de tomate, dulce de fruta bomba, vinagre, entre otros renglones alimenticios.

También refiere la periodista, que la fábrica El Álamo de la Cooperativa de Créditos y Servicios Pedro González, en Madruga, provincia de Mayabeque, tiene un gran potencial. “El encargo recae en seis obreros, cuatro de ellos, mujeres, quienes producen pulpas y conservas a partir de las cosechas locales, para su venta a la comunidad de Pipián y resto de la población de Madruga”.
De ese recorrido, Yarbredy Vázquez declaró: “Mini industrias como las de los municipios de Placetas, Manatí, Calixto García, Buey Arriba y San Antonio del Sur se mantuvieron con resultados favorables en la superación profesional, la transferencia tecnológica y el rediseño de procesos dentro de la moderna gestión”, y agregó:
“Seis de los 10 proyectos de producción de alimentos de la muestra, cumplen con los criterios financieros adoptados como condición, recuperaron la inversión y generaron utilidades. Las mini industrias de Calixto García, en Holguín, y Manatí, en Las Tunas, tuvieron la Tasa Interna de Retorno de 171 y 257 por ciento, respectivamente, lo que da cuenta de una gestión de éxito del proyecto que merecería estudios posteriores en los ámbitos organizativos de los procesos”.
Estos datos se deben al proyecto Prodel, que durante su período de implementación fueron auspiciados 19 proyectos para el desarrollo de mini industrias de elaboración de alimentos, en 13 municipios, donde ha habido un alto impacto en el encadenamiento productivo y la formación de capacidades.
La introducción de estas tecnologías contribuye a la proyección de los municipios cubanos como innovadores.
Multiplicar la estrategia
A inicios del 2021, el Cedel pasó a ser una unidad de ciencia independiente, anteriormente, su economía dependía del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas.
Los especialistas del Centro efectúan dos proyectos básicamente: el de colaboración internacional, con el objetivo de transformar los territorios, y el de investigación, del cual se sacan conclusiones para la toma posterior de decisiones.
Aunque el Cedel sea un centro de referencia para el desarrollo local, tiene como política que la persona interesada en realizar un proyecto vaya primero a la dirección del territorio, esto le permite ganar autonomía a ese lugar.
“Siempre concebimos de que íbamos a crear formadores. Trabajamos en todas las provincias, pero no en todos los municipios. Por lo tanto, contamos con un multiplicador provincial. En la mayoría de los casos es alguien de la delegación del ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, que ayuda a aplicar la metodología correspondiente”, plantea nuestro entrevistado.

“Los estudios han demostrado －expresa el vicedirector científico－ que para alcanzar el desarrollo lo fundamental es el capital humano, y en Cuba se ha trabajado en ese sentido. ¿Qué pasa que no se convierte en desarrollo? Esto resulta un proceso político, económico, largo, y todas las bases no están creadas hasta que el municipio no tenga decisión para hacerlo. También se debe a que asocian el desarrollo solo a la creación de infraestructuras y recursos materiales”.
El desarrollo local constituye un complemento esencial del progreso nacional, y representa la mejor posibilidad para determinados municipios, que en el mediano plazo no serán objeto de grandes inversiones.
De su labor, lo que más le gusta a Yarbredy Vázquez es la existencia de una comunidad de personas en el país, dedicadas a “investigar sobre el tema y a hacer cosas por esto. Si se logró llevar el desarrollo local a la Constitución fue porque mucha gente empujaron parejo”.

Por Boris E. González Abreut
Departamento de Comunicación del Citma

Fuente consultada:
María de los Ángeles Romero: Industrias locales se fortalecen en Cuba bajo el impacto de la Covid-19, 13 de julio, 2020. En: https://www.ipscuba.net/sin-categoria/industrias-locales-se-fortalecen-en-cuba-bajo-el-impacto-de-la-covid-19/